Una de las grandes creaciones operísticas del autor francés, que llega en producción de la Ópera Nacional de París con Jonas Kaufmann en el rol protagonista.
Werther, ópera en cuatro actos con música de Jules Massenet (1842-1912) y libreto en francés de Édouard Blau, Paul Milliet y Georges Hartmann, que utilizaron como fuente la novela epistolar Los sufrimientos del joven Werther [Die Leiden des jungen Werthers], del gran Goethe. Es uno de los papeles capitales para la tesitura de tenor en la ópera del siglo XIX, además de uno de los más exigentes y complejos, por lo que se le ha venido denominando como «El Tristán francés». De entre todas las participaciones del tenor destacada su célebre aria Pourquoi me reveiller. Es importante tener en cuenta la base utilizada para el libreto, puesto que Los sufrimientos del joven Werther de Goethe llegó a convertirse en un auténtico manifiesto del espíritu decimonónico, con un personaje principal que encarnaba a la perfección el sentimiento trágico de la vida.
La composición de Werther fue un proyecto largo tiempo meditado por Massenet, cuyos primeros esbozos se remontan al año 1880, pero la mayor parte de la composición se desarrolló entre 1885 y 1887. El secreto del éxito logrado por Massenet es más fácilmente atribuible a la facilidad y frescura de su vena melódica que a razones de índole estrictamente teatral. Los libretistas desarrollaron particularmente el papel de Charlotte, logrando elaborar un personaje tan importante como el rol titular. El sentimiento puramente francés y típicamente parisino de Massenet se haya claramente a lo largo de toda su producción, incluso en este Werther que es en esencia más germánico que francés, aunque entonces esto no se entendió de esta manera, como demuestra que la obra fuera rechazada por el teatro de la Opéra Comique de París, cuyo director encontró «este triste tema sin interés». La ópera finalmente tuvo su estreno en el Teatro Imperial Hofoper en Viena, el 16 de febrero de 1892, en una versión en alemán traducida por Max Kalbeck que logró un extraordinario éxito. Le siguió el estreno en francés en Ginebra, el 27 de diciembre de 1892, así como la primera representación en Francia, que se llevó a cabo en la Opéra-Comique de París el 16 de enero de 1893. Su triunfo convenció a Carvalho para llevar a escena la obra, sin embargo, en Francia el éxito de crítica no se vio acompañado por el éxito de público. A pesar de ello no tardó en imponerse esta versión original de Francia. La ópera encontró a su público en Ginebra, Bruselas, Chicago, Nueva York, San Petersburgo, Londres y Milán antes de imponerse por fin en París a partir de 1903. Werther es considerada hoy como la obra maestra de Massenet y su ópera más personal. En las estadísticas de Operabase aparece en el puesto 51.º de las cien óperas más representadas entre 2005-2010, siendo la 4.ª en Francia y la primera de Massenet.
Además de la escritura vocal, destaca especialmente su orquestación que, al igual que sucede con Manon, está concebida para salas de dimensiones modestas: maderas a 2, una pareja de timbales y una sola arpa. A pesar de ello, hay particularidades en la instrumentación que confieren a Werther un color orquestal especial. Por un lado, el corno inglés tiene en la ópera una importancia evidente, a menudo vinculado a los pasajes de mayor dramatismo y melancolía. Por otro lado, el compositor incluye en la plantilla un saxofón alto, algo casi inaudito en esta época, con lo que logra un puente tímbrico entre el viento madera y metal gracias a la dulzura de su sonido. La escritura de la cuerda es muy llamativa, evocando por momentos un ambiente de música de cámara, perfectamente compatible con el sentimiento de interioridad y recogimiento que impera a lo largo de toda la ópera.
Sinopsis:
Jonas Kaufmann, Sophie Koch y Ludovic Tézier protagonizan este magnífico Werther, de Jules Massenet, que llega desde la Ópera de París con la dirección musical de Michel Plasson.