Un magnífico documental para descubrir en profundidad a una de las grandes divas de la ópera en el siglo XX, y a la mujer que la contempla.
Mirella Freni es una de las sopranos más notables del mundo de la ópera. Se ha ganado el corazón de los espectadores durante medio siglo, con su voz siempre fresca y con una calidad de voz que no ha disminuido. En 2010, el año de su 75.º cumpleaños y el 55.º aniversario de su debut en el escenario, recibe el MIDEM Classical Award por su trayectoria artística. Este documental Una vida dedicada a la ópera es un retrato que muestra a Mirella Freni durante una clase de canto en el Centro Universale del Bel Canto [CUBeC] en su ciudad natal, Modena. Además, una extensa entrevista con Freni se filma en el Teatro Comunale de Modena, el mismo lugar donde la soprano comenzó su carrera mundial. Las entrevistas con colegas y amigos, como el famoso tenor Plácido Domingo, el director Lamberto Pugelli y el crítico de ópera Elvio Giudici, completan este retrato dirigido por Marita Stocker.
La familia de Mirella era de clase media –su madre y la madre del tenor Luciano Pavarotti trabajaron juntas en la tabacalera de Modena–, pero fue sin duda una niña talentosa para la música. El tenor Beniamino Gigli le advirtió que corría el riesgo de arruinar su voz si no dejaba el canto hasta que no tuviera mayor edad, por lo que Freni retomó el canto a los 17 años. Su debut operístico tuvo lugar en Modena en 1955, a los 19 años, cantando el personaje de Micaëla, en la Carmen de Bizet. A pesar de que recibió varias ofertas, decidió dejar de lado su carrera para casarse y tener un hijo con su profesor de canto, Leone Magiera. En 1958 reinició su carrera, ganando un concurso de canto e interpretando a Mimì, de La bohème de Puccini, en el Teatro Regio de Turín. Después cantó en la Ópera de los Países Bajos en la temporada 1959/1960, siendo reconocida internacionalmente cuando cantó el papel de Adina en una producción de Franco Zeffirelli, en un L'elisir d'amore en el Festival de Glyndbourne. En la temporada 1961/1962 cantó en ese mismo festival los personajes cómicos de Susanna y Zerlina. Debutó en el Royal Opera House como Nannetta en 1961, en la Scala en 1963 –bajo la dirección de Herbert von Karajan y Zeffirelli–, y en el Metropolitan Opera House como Mimì en 1965. Freni se convirtió entonces en una de las cantantes favoritas de Karajan, con quien grabó y actuó en varias ocasiones. Su repertorio se amplió para abarcar Liù, Marguerite y Julieta. Entre los años 1970 y 1980 cantó papeles más complejos y exigentes de Verdi, como Elisabetta, Desdemona, Amelia, Elvira, Leonora e incluso, Aida. También cantó papeles de Puccini como Manon, Tosca, Madama Butterfly y los tres personajes de Il Trittico. En los años 1990 incluyó también personajes del verismo italiano, como Adriana, Fedora y Madame Sans-Gêne, e incluso papeles de la ópera rusa, como Tatiana, Lisa y Juana. En 1981 se casó con Ghiaurov y juntos fundaron el Centro Universale del Bel Canto en Vignola, donde comenzaron a impartir clases magistrales en 2002. Tras la muerte de Ghiaurov, en 2004, Freni continuó su trabajo y sus clases no solo en el centro sino por todo el mundo. En 1990 publicó sus memorias, Mio Caro Teatro, el mismo año que recibió la orden Cavaliere della Gran Croce della Repubblica Italiana y en 1993 la condecoración de la Legión de Honor francesa. En 2007 recibe en Oviedo el Premio Lírico Teatro Campoamor a toda una carrera dedicada al canto. Mirella Freni posee una voz de extremada belleza, lirismo y fuerza. Como intérprete ha podido abordar roles dramáticos y otros más ligeros con igual fortuna. Pocos han sido los papeles escritos para soprano que ella no haya llevado a los escenarios. Como curiosidad, uno de los que ha grabado, pero nunca ha interpretado en un teatro es el de Cio-Cio-San, de Madama Butterfly de Puccini, pues según sus propias palabras no podía cantarlo sin que la emoción le rompiera la voz cuando llega la escena en la que se despide de su hijo. Su amplísima discografía incluye un abundante número de óperas de los grandes autores centrales desde finales del XVIII hasta finales del XIX, incluyendo Mozart, Puccini, Verdi, Gounod, Massenet, Bellini, Bizet, Mascagni, Leoncavallo y Donizetti.
Sinopsis:
Una vida dedicada a la ópera es el título de este documental dedicado a una de las grandes sopranos del pasado siglo, la italiana Mirella Freni. Rodado en su ciudad natal, Modena, se aportan también testimonios de buenos artistas y amigos.