Una de las grandes voces del pop rock de las últimas décadas, desde uno de los escenarios más prestigiosos del mundo.
Se recuerda la apacible voz del inglés Phil Collins (1951) por grabaciones como la de la banda sonora de la película de Disney, Tarzán, así como por canciones ya clásicas en el repertorio popular como Another Day in Paradise o In the Air Tonight. Pero muchos olvidan que es un avezado baterista y que perteneció desde los años setenta a la mítica banda de rock sinfónico progresivo, Génesis, junto con Peter Gabriel (cantante y flautista), Tony Banks (tecladista), Steve Hackett (guitarrista) y Mike Rutherford (bajista y guitarrista). Si bien Collins se incorporó a la agrupación antes de grabar Nursery Cryme, el tercer álbum, fue uno de los miembros con mayor permanencia en la misma. Después de la retirada de Peter Gabriel, quien se dedicó a su carrera como solista, Collins, además de tocar la batería, se convirtió en el cantante del grupo.
Ha sido merecedor de notables distinciones por su labor musical como la Real Orden Victoriana y la Orden del Imperio Británico. Dotado de una admirable condición como compositor, también encuentra en el piano un medio de expresión, ha dicho que tomó clases de lenguaje musical con el propósito de tocar este instrumento, aunque él se considera un músico autodidacta. Collins es uno de los artistas que más discos ha vendido en la historia de la música, lo que le ha permitido vivir con holgura económica y también retirarse de los escenarios por una temporada para estar con sus dos hijos menores. En este período además se ha dedicado a trabajar con acuarela, técnica que le recuerda los paseos que hacía en la infancia por el río. En esta ocasión, nosotros también haremos una travesía por nuestra memoria de la mano del músico y su obra.
Allegro HD le permite adentrarse en el mundo evocador de canciones como Against All Odds (Take a Look at Me Now) o en la alegría de Something Happened On The Way to Heaven. Se meteraán de lleno en un recorrido por la amplia carrera del músico, con la gracia de uno de los escenarios más prestigiosos del espectáculo, el Festival de jazz de Montreux.
Sinopsis:
Una velada que deleitará tanto a los apasionados seguidores del cantante y baterista británico, como a los que no hayan seguido su carrera tan de cerca, y que descubrirán aquí todo su capacidad para emocionar.